Por: Raul L. Katz y Fernando Callorda
El
Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina entre 2003 y 2016 ha crecido un
48%, de acuerdo con los datos del Banco Mundial.
Sin
embargo, la brecha del
PIB
per cápita de la
región
latinoamericana en comparación con los países
de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que
agrupa a los países que aportan el 70% del mercado mundial, ha crecido de US$
23.117 en 2003 a US$ 28.553 en 2016.
La contribución
de la productividad total de los factores de capital, trabajo y materias primas
(denominada productividad
multifactorial)
al
crecimiento económico de la región para los últimos catorce años ha sido negativa.
La
caída de la productividad multifactorial de América Latina se contrapone a la
tasa de crecimiento de la misma variable, para igual período, en otras
economías como China,
Corea
del Sur,
Rusia e
India (1,76%).
Según
futuras proyecciones del Banco Mundial la única manera posible de retomar tasas
de crecimiento históricas que oscilen alrededor del 3%, y permitan a la región
cerrar la brecha con la OCDE, es un aumento de la productividad multifactorial.
En
este contexto, la digitalización representa una transformación socioeconómica
resultante de la adopción masiva por parte de individuos, empresas y gobierno
de tecnologías digitales de información y comunicación, con un impacto
significativo en la productividad.
La contribución
de la digitalización al crecimiento del PIB y de la productividad
multifactorial es altamente significativa.
“Un aumento del índice de digitalización de un país de 1% resulta en un incremento de 0,32% en el PIB, y de 0,23% en la productividad multifactorial”.
El aceleramiento
en el desarrollo de la digitalización, tanto en infraestructura digital como en el
crecimiento de industrias digitales y la correspondiente digitalización de la
producción, representa la palanca fundamental para el aumento de la
productividad multifactorial y el correspondiente cerramiento de la brecha que
separa a América Latina de los países de la OCDE.
Si
América Latina acelera el crecimiento de la digitalización para alcanzar a la
OCDE en 2030.
En caso
de cumplir este objetivo, la región logrará un crecimiento anual adicional de
su PIB de 0,67 puntos porcentuales, lo que le permitiría superar la barrera del
crecimiento anual del 3% de aquí a 2030.
El crecimiento
del sector y su derrame en el resto de la economía producirán un impacto
positivo en la generación de empleo para absorber en el mercado laboral el
aumento anual de población esperado del 0,86% para la región.
Además,
provocará una inyección adicional de capital, lo que contribuirá, a su vez, al
crecimiento del PIB.
El
escenario de convergencia en la digitalización logrará generar para la región
un PIB acumulado adicional de US$ 708.460 millones entre 2017 y 2030 y 411.000
empleos anuales.
Por
otro lado, si la digitalización no se acelera, el PIB latinoamericano pasaría
de representar 22,55% del de la OCDE a 21,81%, con lo que la brecha económica
se ampliaría aún más que en la actualidad.
En
un contexto de disminución de las tasas de crecimiento, una de las palancas más
importantes para estimular el crecimiento económico es el aumento de la
productividad y para que la misma aumente, se debe incrementar la
digitalización.
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